Monteando en Castellar

Este es el espacio para los amantes de la caza en general y de la montería en particular, donde participan la familia y amigos del grupo de los Piques, monteros viejos y jovenes capitaneados magistralmente por el Tito Paco y el Tito Vicen.
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sábado, 2 de julio de 2011

Al Lubrican (1º premio concurso Cazayamigos.com)


Copiamos integramente el relato que ha obtenido el primer premio del II concurso de relatos de Cazayamigos.com, concedido a Jose María Ortega, más conocido por el Letrado, Tirantes, Zape, etc. a riesgo de que me denuncie por plágio, pero como es mi hermano, pues uno se encuentra orgulloso de haber compartido la misma cuna.

"Conforme está la sierra de escandalosa, no es lo mismo ponerse un sábado que un domingo. El sábado te pones para siempre y da igual las circunstancias que se presenten. El domingo es distinto. Anoche, sin ir más lejos, debí prever una retirada digna y silenciosa a una hora prudente, y no lo hice. Por culpa de Ibercaza, no pude ir el día anterior; y por culpa también de Ibercaza, después de tanto debate, teoría y tiros al aire, tenía ya tanto veneno acumulado que… recogí los bártulos y salí corriendo y en silencio, con premeditación y alevosía. En busca de la nocturnidad, que es la Gloria....Y en efecto, lo fue siendo conforme el sol se escondía.
 
Es un grave error confundir el lubricán con el atardecer, el ocaso, el crepúsculo, o como quieran llamarlo los poetas. Yo lo sabía y anoche mismo me quedó claro para siempre. El lubricán es otra cosa bien distinta. Es como mediomorirse y medioresucitar de nuevo, ni te mueres del todo, ni tampoco resucitas completamente, ya que el resto de la noche digamos que te quedas alelado.
 
El palabro procede del latín (Lupus-lupi, can-cannis). Y es por eso, simple y llanamente, la hora en que el perro se confunde con el lobo, un espacio de tiempo vacío. Y como está vacío no dura, ni te haces más viejo, ni sientes ni padeces. No sé si me explico. Y como se encuentra en las lindes del día y de la noche, parece que alguien corre a su gusto las tablillas para confundirte. Digo yo que dura dependiendo de la timidez de la luna. No estoy loco, ni es poesía, es la hora en que el perro se hace lobo, el lobo se hace perro y tú te haces... gilipollas. Si te fijas, puedes ver hasta un cochino con diez puntas que te mira y, antes de apuntarlo, ya no está... Pero no es porque se haya ido... No sé si me entiendo...
 
Yo anoche, vi una sombra trotando hacia una higuera... Para evitar discusiones gratuitas, reconozco que cuernas no tenía. Fue a pararse detrás de un chaparro y allí estuvo, quietecita, tres horas sin rechistar. Por lo visto, coincidimos ambos en decidir respirar solamente cuando berreaba un venado. Y así estuvimos los dos, mediomuertos, cada cual bajo su encina, pendientes de la misma higuera. El lubricán se fue, llegó la luna y se hizo todo un mediodía de leche. Todo menos la sombra del chaparro opuesto, que siguió negra, intensa e impenetrable.
 
Cuando vi que era ya lunes y que había que madrugar, pensé que aquello era un secuestro, que no podía levantarme sin ruidos. Y entonces, porque quería venirme pronto para trabajar hoy con la lucidez que me caracteriza, empecé a echarle las culpas al lubricán y me dije que la sombra no era sombra, y que de serlo lo sería solamente alucinógena. No es que me olvidara de cuanto me recomendaba mi abuelo sobre la forma de quitarse en los puestos de cuco -haciendo ruiditos que parezca que no son tuyos-. No pude, tuve que levantarme de golpe, de un salto, porque, si no lo hago así, allí estoy todavía sentado y abducido. Y de pie ya, me quedé otro rato, aún más embobado, maldiciendo y enrabiado, sin ver nada... y escuchando la carrera cuesta abajo de lo que parecía un toro rompiendo monte.
 
Nos asustamos los dos, pero yo llegué a Jaén sin novedad, pensando que él estaría todavía corriendo. Cuando se pare, no querrá ver una higuera ni en pintura. Esa lección me debe. Y yo a él, la de no ponerme más un domingo por la noche, a no ser que sea para siempre.
 
La noche es muy confusa. Lo decía un filósofo griego, o cubano, no sé si Plinio, o Dinio, o un hermano."

3 comentarios:

  1. Ni PLinio ni Dinio, el hermano es Juanu

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  2. Mi enhorabuena por el premio recibido y el agradecimiento por compartir las sensaciones que en ciertos momentos sentimos los que amamos la caza.

    Un cordial saludo.

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  3. http://www.cazayamigos.com/lagacetacinegetica/2011/06/fallado-el-ii-premio-de-relatos-de-cazayamigos-com/

    FELICIDADES

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