La avutarda es el ave de vuelo más grande de Europa, llegando a pesar 15 kilos. Son omnívoras (comen carne y vegetales) y anidan en la tierra. Caminan erguidas sobre sus fuertes patas y grandes dedos. Tienen las alas anchas y largas, con patrones de plumaje llamativos en vuelo. Muchas tienen interesantes cortejos, en las que realizan acciones como inflar los sacos de sus gargantas, o elevar llamativas crestas. Las hembras depositan de tres a cinco huevos oscuros y moteados, en una zona escarbada en el suelo, donde los incuban ellas solas.
Son gregarias fuera de la época de cría, pero son muy cautas y es difícil acercarse a ellas en los hábitats abiertos en los que se suelen encontrar. Pertenecen a la familia de aves gruiformes (otídidos). Forman parte de las aves esteparias de Andalucía junto al sisón, la ganga, la ortega, el alcaraván y el aguilucho cenizo.
En Torredonjimeno todavía tenemos campiña cerealista, situada entre el triangulo formado por Porcuna, Higuera de Calatrava y Santiago de Calatrava, donde se pueden ver algunas parejas. En la actualidad no existe ningún estudio reciente en la provincia del estado actual de cría, pero recientemente se ha publicado un estudio realizado en Córdoba y Bujalance, donde se puede apreciar que ha aumentado el número de avutardas, cifrándose actualmente en 277 individuos (170 hembras y 57 machos), pero ha disminuido en la zona norte de la provincia, tras dos inviernos donde el número había aumentado.
En Andalucía, según los últimos estudios (datos 2006) se cifraba en más de 350 ejemplares y en Jaén aproximadamente 40 individuos, representando el 10 % de la población regional. En la década de los 70 se estimaba que existían en Andalucía más de 1000 aves, pero la intervención humana, los cambios de cultivos del cereal al olivar, los tendidos eléctricos con un 16% de avutardas muertas, la depredación con un 21% y la desnutrición y las enfermedades, ambas con un 26%, hacen que actualmente estén en peligro.
Las ventajas en la provincia de Jaén se centran en un aspecto: es una de las pocas zonas de cría y reproducción (como refleja el volumen de animales jóvenes avistados), aunque es creciente la tendencia a encontrar grupos sólo de hembras, lo que puede repercutir negativamente en la demografía de la especie en Jaén.
En nuestra provincia se han firmado convenios con titulares de explotaciones y cortijos de la comarca, donde se han detectado estas aves para que fomenten determinadas prácticas agrícolas, como la plantación de pequeñas porciones de terreno con alfalfa y garbanzos, ambos cultivos básicos en la alimentación de estas aves. Del mismo modo, se establecerán otras medidas como el alargamiento de tiempos de barbecho de los terrenos, para favorecer la nidificación. Otro de los aspectos del plan de protección es la mejora de la señalización de los tendidos eléctricos para evitar muertes de avutardas por este motivo.
Además se está colaborando con las Sociedades de Caza Locales (Cotos Deportivos y Privados), para su protección y control por parte de la guardería.
Hace unos años en nuestro Coto del Obispo, dando vista al Salado Carderas, escuché un ruido silbante y extraño, mirando a ambos lados no encontré nada, pero el ruido seguía, y al mirar hacia arriba pude ver las 5 avutardas que me sobrevolaban, quedando maravillado de su vuelo señorial y majestuoso, observando como se alejaban en dirección a Porcuna. Días más tarde me encontré a un Ingeniero de Montes en la Venta, que me preguntó si las había visto, ya que estaba haciendo un estudio sobre las aves esteparias en Jaén, contándole lo ocurrido. Él me comentó que posiblemente pertenecerían a la colonia de los llanos de Porcuna, limítrofes con el término de Torredonjimeno.
Desde entonces he estado buscándolas para poder observarlas y el año pasado en una visita organizada por la Delegación de Medio Ambiente de Jaén, pudimos ver dos hembras y un macho, comiendo tranquilamente en un eriazo. Al levantar el vuelo pudimos apreciar la belleza de su vuelo, así como su envergadura.
El Domingo pasado intenté buscarlas, ya que algunos amigos me han pedido que los acompañe, pero no pude verlas, las siembras están muy altas y es época de cría, ya que el celo es en marzo, con el famoso baile a las hembras en las “arenas”, haciendo una postura donde dejan visibles sus plumas blancas, en lo que se denomina “la rueda”. La puesta es entre abril y junio, por lo que habrá que esperar a la siega para hacer una nueva intentona.
Para ampliar la información, recordamos el fenomenal escrito "Caza soñada" en Tirando al Monte sobre el tema: http://tirandoalmonte.blogspot.com/2009/04/caza-sonada.html#comments
Para ampliar la información, recordamos el fenomenal escrito "Caza soñada" en Tirando al Monte sobre el tema: http://tirandoalmonte.blogspot.com/2009/04/caza-sonada.html#comments