Monteando en Castellar

Este es el espacio para los amantes de la caza en general y de la montería en particular, donde participan la familia y amigos del grupo de los Piques, monteros viejos y jovenes capitaneados magistralmente por el Tito Paco y el Tito Vicen.
Conócenos y entra a formar parte de nuestra familia.

martes, 23 de febrero de 2010

LA LOMA DE LA REINA

Después de muchos años, volvimos a nuestras casa, porque la Loma de la Reina es nuestra casa. Preciosa finca chiclanera donde seguro cazó el poeta-comendador Jorge Manrique, justo al lado de los Mochuelos, y Sorihuela, donde la sierra empieza a unirse con los olivares bañados por el Guadalimar y al otro lado, las estribaciones de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, más Segura y Villas que de Cazorla desde estos miradores.

Decía en su "libro de la Montería" el  Rey Alfonso XI sobre estas tierras :"Se observa que la gran fauna era notablemente más abundante en esos siete términos que en los seis restantes que estan distribuidos por las Lomas de Úbeda y de Chiclana. En uno de estos, Sorihuela de Guadalimar se dice que "tienen una sierra de pasto común, en la cual suele haber Lobos y Osos y algún ganado montés" refiriendose  a la vecina Cazorla.

También en el término de Chiclana se halló uno de los elementos más significativos de la cultura ibérica, una magnífica fíbula de plata maciza, que representa una escena de caza por una cara y por la otra una deidad femenina arropada por dos caballos. Esta pieza formaba parte de un conjunto, conocido como tesoro de Chiclana, localizado en 1972 en El Engarbo (Los Engarbos). Está compuesto por un conjunto de 22 denarios republicanos y otras treinta y ocho piezas, todas ellas de plata, fechadas en torno a los siglos I y II a J.C.

Pero es nuestra casa porque hemos monteado muchos años sus armadas y traviesas, La Raya, el Pipi, el Colmenar, la Cuerda, la Raya de Gregorio y Chuscarra, además  la propiedad nos trata como familia, eso es lo que distingue una finca de otra, el trato que recibimos los monteros. Hemos vivido en sus posturas días muy buenos y también menos buenos, pero inolvidables.
La batida era de gestión por lo que se podía tirar venados, ciervas y cochinos, siempre se sale tarde porque la mancha es pequeña e interesa que las reses se repengen en el monte, dejando las siembras y olivares próximos. Y así se hizo, como normalmente se suele hacer desde hace más de 20 años. Sorteo a las 11,00 h y salidas de armadas, la traviesa llegó a sus puestos a las 12,00 h. casi con la suerta de las 8 rehalas que batían la mancha, rehalas punteras que realizaron bien su trabajo.
Más de 100 tiros se oyeron en sus 36 puestos marcados y con un resultado de 5 jabalies y unas 20 reses, destacando el cochino, posiblemente medallable de un novato en estos menesteres, pero amigo y gran cazador de menor como es José Damas Molina que junto a Francisco Lara Martínez vivieron uno de los días más importante de sus vidas, entrando por la puerta grande en el mundo montero. Seguro que la temporada que viene nos llamarán muchas veces, para acompañarnos en este precioso y difícil mundo que es la caza mayor. Francisco por mediación de su tío Felipe Román,  me ha pedido inumerables veces que me acompañase, debido al gran interés que tenía en ver la realidad montera. Ya están dentro de este mundo duro y complicado donde dificilmente volveran a matar otro cochino de esas características, pero  seguro que San Humberto y la Virgen de la Cabeza los tendrá en consinderación y les hará vivir jornadas que siempre quedarán en el recuerdo. Que la suerte en los sorteos y en el puesto les acompañe.
Nos tocó el puesto numero 1 de la traviesa que compartimos con nuestro amigo Paco Martínez, dando cuenta de un cochino y tres ciervas, pasandonos más de 20 ciervas por el puesto. No nos gusta tirar a las hembras, pero entendemos que era una montería de Gestión y tenímos que colaborar con la propiedad para limpiar la alta densidad de reses que tiene la finca.

Buena gente nos dimos cita en la Loma, como son Rafa Matiaces, Eloy, Joaquín del Arco, Vicente Prieto, Eduardo Barea, Antonio Linares, Paco Peragón, Rafa Barrios, Fernando y Miguel Angel Martínez, Paco Revueltas, Antonio Mañas y mi hermano JMOR, además de los comentado anteriormente.

El único problema que hubo, problema muy grave según mi entender, es que los perreros cortaron dos cabezas de cochino, que luegon tubieron que devolver a los monteros correspondientes, gracias a la labor de nuestro capitán de Monterías D. Francisco Martínez Campos. La primera a nuestro amigo y montero José Damas ya comentado anteriormente y la segunda a un montero cordobes que después de tirarlo en el puesto número 8 de la armada de Chuscarra, fue rematado por la propiedad en la armada del Pipi, reconociendo  la propiedad que el cerdoso venía "tocado". Pero lo impensable es que perreros que están todos los días en el monte, jugándose la vida y disfrutando con esta afición, rematen los jabalíes, cumpliendo con su trabajo y le corten la cabeza a lo rematado, llevándoselas después, quedando el montero con tres palmos de narices cuando acude al tiro y se encuentra las tripas o la res con la cabeza cortada. Ya hace muchos años también le cortaron una cabeza de un bonito venado de 13 puntas que tiró JMOR. La cabeza nos costó varios años conseguirla. Estos rehaleros, que se llaman perreros están demás en nuestras manchas. Yo personalmente felicité a uno de ellos por devolver la cabeza sin rechistar, cuando se demostró que el jabalí tenía un tiro justo a 2 centimetros de donde le cortaron la cabeza. Si hubiesen tenido mala idea esos 2 centimetros se podían haber limpiado, no quedando resto del tiro. También los vi cargar un perro muerto por un montero, que tampoco merece la pena llamarlo montero.
Además de los problemas que tendremos en la próxima temporada como será el precio de las monterías, el no poder doblar el puesto para compartir gastos, la seguridad, los papeles,  la calidad de las reses, etc. tendremos que tener cuidado con los perreros. Será un buen tema de debate para próximas entradas.

Sólo nos queda hacer balance de la presente que gracias a Dios, según mi mujer, ha terminado.
El noviazdio y los novios
 

 





martes, 16 de febrero de 2010

VALDEPOTROS ENTRE AMIGOS

 
Los dos primeros marranos 

Después de más de tres horas de carretera con lluvia y niebla, llegamos a Valdepotros,  preciosa finca sevillana situada en Burguillos, con cielo encampotado y con esta gran peña de amigos que es el Grupo Miranda. Saludos iniciales, desayuno de migas y demás viandas y sorteo.

Se cazaba la mancha La Gruya, tocándonos en suerte el puesto núm. 13 de la armada de la Jabata, aunque a JMOR no le gustó el número, a mi me pareció el mejor del mundo, coincidiendo con el día de la montería y precisamente con mi 48 cumpleaños. Pocos tiros, muchas ladras y poco más, el monte muy tupido impedía correr a las reses, por lo que hubo más agarres que cochinos abatidos por arma de fuego. Algunos llegaron a fallar hasta tres cochinos, que aunque dando sangre, no pudieron cobrar.
De botellón entre amigos

Vuelta a la junta, buena comida de los Hermanos Villén y mejor ambiente, incluso se soltó una vaquilla de este afamado encaste de Castiblanco. Risas, rebolcones y algún que otro buen pase de algunos aspirantes a toreros, que con brazo en cabestrillo, usaron la muleta con maestría. Después cante del bueno y poco antes de las chuletas, nos fuimos al hotel para descansar un poco y ver el partido del R. Madrid. Una cena ligera y a la cama que el día había sido intenso, con muchos kilómetros, poco dormir, además de la noche carnavalera del viernes en Torredonjimeno.

Forcados portugueses

Al día siguiente, la ilusión estaba intacta ya que la mancha prometía y los socios de la finca garantizaban una buena jornada de caza, no comparable con la del día anterior puesto que era la primera vez que se había dado y como obsequio al grupo, por la suspensión del pasado mes. Saludos, desayuno, charlas, comentarios con los nuevos monteros incorporados y sorteo. El día anterior el Sr. Moya, socio de la finca, nos comentó que las mejores posturas eran las de la Traviesa del Barranco y JMOR se encabezonó con el número 5 de esa traviesa. El puesto le tocó a los Hermanos Sáez, y a los Hermanos Ortega les tocó en suerte el número 2 de la misma traviesa, estando colocados al revés, por lo que seríamos de los últimos en colocarnos. El puesto era precioso, viendo casi todo el pandero del barranco, pero con mucho monte, y con la armada en lo alto del cerro. Mucho movimiento de monte, infinidad de ladras de las mejores rehalas con las que hemos monteado, con un trabajo impresionante y digno de mencionar, ya que el monte era muy sucio de espino, monte bajo y palmitos. Los perreros hicieron muy bien su trabajo. Toda la traviesa tiró, contabilizándose muchos disparos. El número 1 presentó tres cochinos y el tres 1 cochino y otro tirado, pero nosotros nada de nada, sólo vimos el hocíco de un cochino y otro buen marrano muy largo, que levantaron los perros en lo alto del cerro, pero que no tiramos por la proximidad de los perreros y los perros. Toda la traviesa tiró, menos nosotros.

La comida sensacional y sin perder mucho tiempo, nos marchamos porque eran muchos los kilometros de regreso, pero encantados con los amigos con los que monteamos, destancando a los hermanos Villén, E. Vargas, Perico, Simarro, Javier, Urbano y Nacho, entre otros linarenses que coincidimos.

De los pantalones rotos de la rubia y de las fotos de los toreros, no hablamos ya que se ha comentado en otros blogs. Pedimos disculpas por las pocas fotografías, pero se nos olvidó la cámara y hemos tenido que recoger fotos de otros compañeros monteros. Que quede claro que muchas de las fotos aparecidas en Tirando al Monte, fueron realizadas por el menda, por eso no salgo en las mismas.

La que creiamos iban a ser las últimas monterías de la temporada, se han convertido en la penúltima, ya que la suspensión por la nieve de La Loma de la Reina, nos hace visitarla el próximo 20 de febrero, alli estaremos y comentaremos lo acontecido.

 
Pendiente al quite


Arriba Javier y Urbano, amigos de Linares




sábado, 6 de febrero de 2010

DE PUESTO EN LOS MAJUELOS



Caque es un pájaro de segundo celo que adquirí en Sorihuela del Guadalimar el año pasado. Fue elegido por mi hijo Juan Ángel y por no llevarle la contraria, ya que el pájaro aunque  de buena planta,  no se dignó a cantar cuando lo colgamos en el exterior, pero él decía que lo había oído cantar entre los más de 100 pájaros enjaulados que había en exposición. Hasta cuatro veces me llamó diciéndome “papa ese, papa ese…” con los ojos casi desencajados y guiñándome. A lo mejor ésta era la señal de que mi hijo también lleva la vena cuquillera, y por lo tanto claudiqué. El nombre, estaba claro, el apodo cariñoso que le puso su hermano menor.
El año pasado me hizo buenos puestos, tirando un par de machos granjeros, una mañana de sol por debajo de los Villares, cantando lo justo para tirar. Tiros rápidos y en intervalos de 5 minutos,  ya que no quería que se subiesen al olivo y asustasen al pollo, no dando tiempo a recrearme y disfrutar del lance.
Pero hoy ha estado fenomenal, lo he colgado de sol, haciéndome un puesto excelente y al no tener  más pájaros, lo he tenido que poner también de tarde, después de haber probado un pollo, al que le tengo muchas ilusiones, pero viendo como estaba de cante la sierra, decidí cambiarlo y le he tirado 2 machos y una hembra.
De salida rápida pero bajita, pronto le cantó el campo y rápidamente se puso a dar del pie por alto, reclamando y piñoneando. Poco más de  15 minutos después y entre las jaras veo un par. La hembra recelosa pegó una corrida hacia la izquierda tapándose en el monte y el macho entró buscando la hembra. Después de las fotos de rigor, lo tiro bajo los aros de la jaula y aleteando un poco se mete justo debajo del repostero. El pájaro cargó bien el tiro y empezó a rebajarse, dando del pie muy bajito y echando piñones, los ojos casi se me salían por la piquera, hasta que veo pasar por detrás otro pájaro, me preparo con la cámara y como un desesperado entra en plaza, teniendo que dejar la cámara para tirarlo. Creía que sería la perdiz, pero lo había oído dar del pie y por la forma de entrar deduje que era otro macho.
Después de hacerle el  entierro, silencio en el campo durante 15 minutos, hasta que Caque se arranca reclamando por alto, contestándole la sierra.  Al poco tiempo veo, en los bordes de la silleta, una perdiz comiendo y mirando la jaula que no para de dar del pie, en esto le contesta el macho y como un Miura le entra a la perdiz obligándola a marcharse y subirse en una encina (la primera vez que veo ese comportamiento en las perdices de sierra). Diez minutos después y sin cortar la jaula, me entra en plaza un par que me entretengo en gravar con el video. Se arranca uno de ellos para el repostero, dejo la cámara y sin pensarlo preparo la escopeta y oyendo la jaula le descargo el tiro, justo debajo del repostero, el otro pega  un vuelo corto y empieza a cantar, por lo que deduzco que he tirado la hembra, ya van tres.
La sierra no ha parado de cantar, pocas veces he disfrutado tanto en un puesto de tarde, por lo que en la soledad del portatil, comienzo a recordar  los días buenos y malos vividos con el reclamo y ninguno es comparable con este. Ensimismado en mis sueños y oyendo el dulce y melodioso canto de mi jaula, veo pasar una cabeza por la piquera, preparo la cámara y el pájaro se recrea, se en gallarda,  garboso y airoso para que le hiciese fotos, pero al ver a sus hermanos sin vida bajo el repostero, no entra en plaza. Caque tampoco le hace mucho caso cansado de una tarde victoriosa y mostrándose orgulloso desde su púlpito, llena la jaula. Al momento aparece otro pájaro que reclama echando buchaítas y el serreño se arranca a correr tras él, perdiéndose en los filos de la silleta.
Oigo a mi hermano acercarse con el coche, por lo que me levanto del puesto que nunca hubiese deseado que terminase. Él también ha tirado un precioso macho.
Estaba desanimado y gracias a que JMOR me ha insistido en hacer unos puestos en la sierra, he ido más por acompañar que por cazar, pero los pájaros de Los Majuelos me han hecho volver a tener fe, a tener ganas, a tener ilusión, a tener esperanzas de una buena temporada. Después, parada obligatoria en los Pinos, café y cubatas para celebrar la tarde, pero casi sin hablar, todavía estabamos saboreando lo vivido.
 Toda la sierra ha cantado hoy, ha estado viva y con celo.