Monteando en Castellar

Este es el espacio para los amantes de la caza en general y de la montería en particular, donde participan la familia y amigos del grupo de los Piques, monteros viejos y jovenes capitaneados magistralmente por el Tito Paco y el Tito Vicen.
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lunes, 2 de agosto de 2010

Y se hizo la calma


Después de un julio caluroso entre descaste y esperas, llega agosto prometedor.

En este mes veraniego, mientras unos andan por esas manchas playeras, entre mariscos, espetos y pescaítos, cambiando la escopeta por la sombrilla y la caña, otros preparan los perros para el el conejo (15 de agosto), dándoles paseos para que cojan la forma física, los desparasitan, vacunan, etc. y algunos preparan los comederos para las tórtolas y torcaces, observando sus vuelos, las entradas, los descansaderos, los aguaderos y dormideros.

La perdiz ha criado bien en algunas partes del territorio. En los olivares se ven pocas y algunas parejas sin pollos, mala señal. En cambio la liebre sale al atardecer de sus encames y se ve mucha en las proximidades a los paerones de los carriles.


En nuestras sierras los venados se dejan ver con sus cuernas prometedoras, parece un buen año en calidad pero ya se verá en la berrea, no obstante comida hay y los arroyos todavía llevan agua, las fuentes dan su preciosos elemento y algunas charcas quedan en lo hondo de los barrancos.


El jabalí sigue intentando esquivar a los esperistas, buscando la segunda cosecha de las higueras, las aguas embarradas de las charcas para quitarse los molestos parásitos, e incluso haciendo alguna incursión en las huertas próximas a la sierra.


Se respira paz y tranquilidad en nuestros campos, las amanecidas son mas tardías y la noche, algo más frescas, llegan un poco antes. La siega prácticamente ha terminado y el girasol empieza a recolectarse en la campiña cordobesa, provocando que las tórtolas suban a nuestras tierras. Las aceitunas van cogiendo forma, esperando alguna tormenta veraniega que refresque al tesoro de Jaén.


Las labores del campo prácticamente se paralizan, ya que están muy avanzadas, provocando esa soledad y silencio característico de nuestros campos.


Esto es agosto en nuestra tierra.